La ciencia como recurso educativo

Las clases de ciencias son un espacio de enorme valor pedagógico, ya que permite al alumnado no sólo adquirir los conceptos y teorías científicas estudiadas, sino que fomenta su pensamiento científico y crítico. Para ello, es preciso incluir de manera consciente la enseñanza del proceso de creación del conocimiento científico. 

La ciencia en el aula se torna así en una gran oportunidad y una herramienta educativa de gran valor pedagógico para que el alumnado construya el hábito de pensamiento y aprenda a aprender.

Hace largo tiempo que se ha considerado una meta educativa primordial en las escuelas la formación de personas capaces de resolver los problemas nuevos y desconocidos a los que se enfrentará la sociedad del futuro. La pandemia ha demostrado que es urgente trabajar en esta línea. Para ello es fundamental formar personas con pensamiento creativo y crítico, que vean posibilidades múltiples en lo que están estudiando y que aprendan cómo actuar a partir de sus conocimientos.

En este sentido, aprender ciencia en las aulas es una excelente estrategia para acercarse a esta meta. En primer lugar, porque el conjunto de ideas y contenidos que produce la ciencia han sido y son uno de los motores que han hecho avanzar a la humanidad, ayudando a comprender el mundo que nos rodea y a afrontar los retos globales que configuran cada tiempo.

Pero, además, porque estas ideas que genera la ciencia están indisolublemente ligadas con la manera la que se producen. Así, para que el alumnado alcance una comprensión profunda de este cuerpo de conocimientos e ideas de la ciencia, resulta imprescindible que aprenda el proceso de investigación que hizo posible alcanzar tales conocimientos. Es por ello para aprender ciencia es imprescindible hacer ciencia.

A lo largo de las seis sesiones del curso, revisaremos los principales enfoques y estrategias pedagógicas que permitan al alumnado potenciar una mirada curiosa y reflexiva sobre el mundo que les rodea, explorando la didáctica de las ciencias experimentales desde la indagación, la innovación pedagógica, la experimentación. Para ello combinaremos las cuestiones más teóricas con las actividades prácticas.

Los objetivos que se pretenden conseguir a lo largo del curso son:

• Que el alumnado adquiera las bases tóricas que permitan la implementación de la enseñanza de las ciencias de cara a fomentar un aprendizaje profundo.

• Obtener las herramientas que favorecen el pensamiento científico, desde el establecimiento de preguntas investigables y procesos experimentales y cómo aplicarlas en el contexto educativo.

• Fomentar el interés por la ciencia y el pensamiento científico de cara a su trabajo en los diversos contextos educativos.

• Motivar a utilizar la ciencia en el aula como recurso educativo, desde una perspectiva indagatoria, experimental e innovadora.