Epístolas contra el ghosting

A lo largo de 2025, el colectivo 'Una fiesta salvaje' está en La Casa Encendida como grupo de investigación a largo plazo, en colaboración con la Biblioteca. Esta estancia da lugar a un programa de encuentros, acciones y talleres destinados a socializar el conocimiento, el deseo y la voluntad crítica y experimental en torno a la palabra y el cuerpo.

De ello nace esta acción: Epístolas contra el ghosting.

En 1890, una empresa gringa llamada Kennard Novelty Company lanzó “el maravilloso tablero parlante”, un objeto recreativo que consistía en un cartón plano con tres palabras grabadas encima: “sí”, “no” y “adiós”, y un triángulo móvil que apuntaba a una de estas tres opciones según el movimiento inconsciente de les integrantes del juego. 

Muy pronto se empezaría a especular sobre su -naturaleza- como teléfono sobre-natural, una línea directa con los fantasmas propios y los ajenos. Durante más de un siglo, este supuesto juguete se convirtió en muchas cosas dentro de la mal llamada 'cultura occidental'. Tras la Primera Guerra Mundial, por ejemplo, el marketing la convirtió en un juego popular para tener citas, la Ouija sería un detonante de preguntas eróticas que sus jugadores eran incapaces de hacer frente a frente. Un éxito inminente en pijamadas adolescentes. Por los años 60’s, se vendería más que el clasiquísimo Monopoly.  

Así como este objeto, una fiesta salvaje será ese espacio liminal de búsqueda para sanar duelos imaginarios, duelos tangibles, duelos deseados y duelos que están por desearse. La distancia de quienes habitan el “más allá”, puede ahora también calcularse en gigabytes, fronteras, espectros, longitudes de onda, texturas, stories, likes, entradas de Wikipedia, años luz, cuantos de energía, notas musicales, datación radiométrica… 

¿Qué dirán los fantasmas de tu abuela cuando te vean en terapia con ChatGPT? ¿Cómo dormir mejor con tus fantasmas sin apagar el móvil en la noche? ¿Preferías la comunicación imprecisa de la Ouija al subtexto de un emoji? Esos sonidos que te asustaban en la madrugada, ¿Son ahora ASMR? Te miras al espejo, dices unas cuántas palabras y de repente, ves a tu fantasma. 

Esto no es una Ouija, esto es una fiesta salvaje.