La violencia es, por desgracia, un rasgo permanente de nuestro tiempo. A las guerras interestatales se suman enfrentamientos violentos en el interior de diversos países, que se prolongan y apuntan cada vez más a la población civil como objetivo preferente. Hay que añadir el auge de una violencia anónima y diaria en lugares donde se registra un número de víctimas que supera al de muchas guerras.
Frente a este inquietante panorama la búsqueda de la paz es un imperativo cada día más urgente. Una paz que aspire a algo más que la ausencia de violencia y que no se limite a atender sus aspectos más visibles con respuestas meramente securitarias. Es preciso no solo conocer las causas estructurales que llevan a individuos o grupos a optar por la violencia como método para lograr sus objetivos, sino también activar mecanismos sociales, políticos, económicos y diplomáticos para, idealmente, abortar esas dinámicas antes de que estallen violentamente o, al menos, reducir sus efectos para poder llegar a un acuerdo que permita encontrar una salida.
Disponemos de la capacidad analítica suficiente para conocer los procesos que conducen a la violencia y a la paz. Disponemos igualmente de los medios necesarios para actuar antes, durante y después de que los conflictos violentos estallen. Lo que falta, en gran medida, es la activación de la voluntad política que, con visión multilateral y multidimensional, ponga todo ese conocimiento y esos instrumentos al servicio de una paz justa, global y duradera. Ese es el principal reto de nuestros días.
A lo largo de seis jornadas de debate y análisis trataremos estos temas de la mano de especialistas de diferentes áreas de conocimiento y experiencia.
Coordina: IECAH (Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria).