Las mujeres, en todo el mundo, están promoviendo cambios estructurales que les permitan dejar atrás siglos de silencio impuesto y la imposibilidad de disfrutar de una ciudadanía plena. Sus demandas por mayor presencia y visibilidad social, política y económica, recorren el planeta.
Sin embargo, los avances en el reconocimiento y las garantías de los Derechos Humanos de las humanas están amenazados también de forma global. Ante el rearme patriarcal, ellas desarrollan estrategias locales y transnacionales que permitan garantizar la igualdad real y efectiva. Es su marcada impronta la responsable de sensibles mejoras en la calidad de las democracias, pero también de la vida en los espacios más microsociales.