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El primer Give me five de 2021 comienza con las cinco recomendaciones culturales del escritor y crítico literario argentino Patricio Pron. Su trabajo ha sido premiado en numerosas ocasiones (entre otros, con el Juan Rulfo y el Premio Cálamo Extraordinario), antologado y traducido a doce idiomas. En 2010 la revista inglesa Granta lo escogió como uno de los veintidós mejores escritores jóvenes en español del momento.
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Gold Record, de Bill Callahan (2020)
Quizás uno tenga que reconocer que los milagros sí existen, pese a todo; si es así, Callahan (Silver Spring, Maryland, 1966) es uno de ellos, ya que ninguna de sus cintas caseras ni los primeros álbumes que publicó bajo el seudónimo de Smog permitían siquiera imaginar la perfección de su obra de madurez: eran experimentos ruidistas lo-fi en los que la paciencia del oyente era puesta radicalmente a prueba, pero algo parece haber cambiado en torno a la época en que Callahan publicó Dongs on Sevotion (sic, 2000), cuando se reveló como un extraordinario escritor de canciones, un letrista excepcional y un humorista dotado. Su último álbum fue publicado durante la pandemia y es una belleza, desde Pigeons, que comienza con Callahan diciendo: “Hello, I’m Johnny Cash”, hasta Ry Cooder.
Por supuesto, Callahan no es Cash, pero la distancia entre sus primeros discos y los últimos es tan grande que el hecho de que haya podido recorrerla sólo puede ser calificado de milagroso. Tan milagroso como que Johnny Cash haya aguantado hasta 2003 pese a todos sus excesos.
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La peste blanca, de Karel Čapek (2020)
“No se puede hacer nada […] estamos ante una enfermedad letal que se propaga como un incendio descontrolado”, dicen algunos. Para otros, en cambio, “todo ese ruido [sobre la enfermedad] no son más que monsergas. Unos cuantos casos desperdigados y los periódicos lo convierten en catástrofe. Y la gente no ayuda: alguien pilla un resfriado y al momento empiezan a gritar 'peste'”.
El escritor checo Karel Čapek (1890-1938) concibió mundos disfuncionales caracterizados por la confluencia de intereses económicos, ideología y novedad tecnológica; pero, por supuesto, esos mundos estaban y están lejos de ser imaginarios: escribió La peste blanca dos años antes de su muerte, alarmado por el auge del fascismo, que aquí es, y está motivado por, un virus proveniente de China; la razón por la que su libro resuena poderosamente en nuestros días no es sólo la peste de su título sino también el diagnóstico que realiza su autor; para Čapek todo estado de alarma es diferente, pero las causas que lo provocan son siempre las mismas: el propósito de enriquecerse a toda costa, la ideología, la enfermedad narcisista, la exclusión, la desigualdad, el nacionalismo.
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Los organizadores del Timber Festival vienen proponiendo desde 2018 una aproximación al tema de los bosques a través de tres días de música y literatura; la singularidad de su propuesta, sin embargo, es que lo hacen en un bosque, situado al norte de Birmingham. Acaban de hacer público su cartel para 2021 y éste incluye figuras como Anna McLuckie, Simon Armitage, Sam Lee y Rob Hopkins, pero también un mapa de sonidos de bosques en el que (sorprendentemente, o quizás no) ninguno suena igual a otro. Vale la pena perderse en ellos, buscar los sonidos de los bosques que hayamos visitado o el más próximo a nuestro lugar de nacimiento.
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Punto de Fuga, Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque
El Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque de Madrid cuenta desde comienzos de este año con un área de Pensamiento en cuyo marco se celebran los diálogos de Punto de Fuga, comisariados por Giselle Etcheverry Walker. Una vez al mes, desde el pasado octubre y hasta junio, los diálogos proponen ese punto en el que las líneas paralelas de filósofos, sociólogos, antropólogos, historiadores del arte, escritores, periodistas y otros expertos convergen, haciendo posible nuevas perspectivas en torno a temas como la responsabilidad individual, los vínculos afectivos, la naturaleza, la vigilancia, el tiempo, los nuevos comienzos o la intimidad. Ya han pasado por ellos Marta Peirano y César Renduelles (vigilancia) y Marta Sanz, Antonio Pau, Darío Adanti y Ramón del Castillo, hablando del deseo de escapar del mundo.
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The Clock, de Christian Marclay
Marclay, artista visual y compositor suizo, tardó años en crear The Clock (2010), una pieza de 24 horas de duración en la que reúne 12.000 fragmentos de filmes de todo tipo y origen en los que aparece un reloj. La pieza dura veinticuatro horas y tiene que ser exhibida de tal modo que la hora que aparece en la pantalla sea la hora real en el lugar de proyección: el espectador puede entrar y salir de la sala cuando lo desee, ver la obra en varias sesiones o (si se atreve) hacerlo en una de veinticuatro horas de duración.
El de Marclay es un intento de representación natural del tiempo, de narrativa en tiempo real. Pero no hay nada real en la pieza y lo que parece natural es producto de la manipulación; como hablamos en nuestro seminario acerca de los comienzos y los finales en (y de) la literatura en La Casa Encendida, estamos habitados por el deseo y la necesidad de medir el tiempo y el modo en que lo hacemos es articulando los hechos en narrativas, dándoles forma en relatos en los que sucede una cosa y después sucede otra y después se producen otras más. No existe nada normal ni natural en la forma en que producimos esos relatos, excepto la necesidad de producirlos para estar y ser en el mundo, y tal vez el propósito de toda obra artística, también el de una pieza como The Clock, sea invitarnos a reconsiderar esta cuestión, a ver el mundo con otros ojos.
Patricio Pron es autor de seis libros de relatos y ocho novelas, entre ellas El comienzo de la primavera (2008), El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia (2011), No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles (2016) y Mañana tendremos otros nombres (2019), así como del ensayo El libro tachado (2014).
Su trabajo ha sido premiado en numerosas ocasiones (entre otros, con el Juan Rulfo y el Premio Cálamo Extraordinario), antologado y traducido a doce idiomas. En 2010 la revista inglesa Granta lo escogió como uno de los veintidós mejores escritores jóvenes en español del momento. Pron es doctor en filología románica por la Universidad de Göttingen (Alemania) y vive en Madrid. Su último libro es Mañana tendremos otros nombres, Premio Alfaguara de novela.