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Give me five #31 María Salgado

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23 ene 2021
Duración: 1 segundo

La poeta, performer e investigadora en poesía y poética contemporánea María Salgado comparte cinco recomendaciones culturales en esta nueva entrega de Give me five. Para atravesar estos tiempos de aislamiento y bajas energías, ella utiliza la lectura para imaginar otros cuerpos para la vida misma.

No tengo mucho para decir sobre la pandemia diferente a lo que cualquiera que en ella esté sumergida pueda sentir y expresar. Para atravesar este tiempo de aislamiento y baja energía general, sobre todo leo ficción de la que más me gusta, que esa aquella que hace algo con su lengua, que modula otro tipo de prosa, menos prosaica, lujosa, exuberante, u/y otro tipo de trama, exagerada, vibrante, por momentos inverosímil, y si en ella hay metamorfosis para imaginar otros cuerpos para la misma vida, mejor que mejor.

Reinaldo Arenas, Pablo Katchadjian, Dalia Rossetti, César Aira, Rita Indiana... Me hacen mucha alegría, pero como hay que elegir dos libros y no dos obras enteras, pues elijo dos de dos de ellxs que me parece vienen muy al caso del contexto: La Mucama de Omicunlé, de Rita Indiana, y El mundo alucinante, de Reinaldo Arenas.

De todas las historias que relata la primera –situadas en tres tiempos históricos que se interrelacionan, dos de los cuales hasta llegan a ser narrados a la vez, en lo que me parece de un virtuosismo de método y flow de crack absoluta– sobresale para la de la destrucción de los océanos, esto es, la de un fin del mundo más de cuantos estamos viviendo ahora mismo. El mundo alucinante es un libro escrito en los 60, que cuenta las aventuras de Fray Servando Teresa de Mier, un fraile dominico mexicano que vivió y escribió entre el siglo XVIII y XIX y que, perseguido por la Inquisición, hace muy bien de figura de cualquier disidencia al poder establecido que en cada momento haya. Pero lo traigo a la mesa por dos cosas más concretas: que describe una serie de confinamientos y prisiones, a cada cual peor, por los que Mier va pasando, pero también de los que va escapando alucinantemente; y que, en un pasaje, describe el Madrid de entonces como un sitio particularmente turbio y duro. Aunque los anteriores sean libros en absoluto optimistas, hay algo del escapar y del cambiar de cuerpo y de épocas que me parece pone alivio a la imaginación, además de conseguir pensar el presente por otros medios.

Para pensarlo por medios más ortodoxos, recomiendo dos ensayos de una colección de pensamiento, et. al., de la que recomiendo todos los ensayos (Idiorítmia, Pedagogías y emancipación, Estética fósil, Amor y revolución (Kollontai) y Sida): Petróleo y Comunismos por venir. El primero lo componen tres textos de Yayo Herrero, Emilio Santiago Muíño y Jorge Riechmann alrededor de la crisis no sólo ecológica sino de mundo, en que el pico de la energía que lo ha sustentado nos coloca; el segundo recopila textos muy lúcidos y nada identitarios sobre la urgencia de reconstruir vínculos comunitarios y luchas colectivas, tomen el nombre que tomen. Lo que más me gusta de esos dos libros, y de toda la colección, es que, a pesar de la descripción demoledora que hacen del presente, se colocan en una posición de posibilidad, a contracorriente del flujo reaccionario en el que también estamos inmersos, que no sólo nos impide pensar alguna vía no terrible de reconversión, sino que también disuelve todo grano de deseo. El deseo-a-pesar-de-todo, pero por ese mismo pesar-de-todo, muy sencillo, es el que yo encuentro sobre todo en alguna poesía, o en mi modo de leerla.

Uno que releí, bien sorprendentemente, y cuyos primeros poemas me volvieron a impresionar, es Don de la ebriedad, el poemario con el que Claudio Rodríguez ganó el premio Adonais en 1953, un momento inseguro, deprimente y violento en España: hay algo de esa alegría y precisión con la que describe el amanecer que me parece una fuente inagotable de ganas de ebriedad obtenida muy sencillamente. Otro libro que recomiendo leer, ya no de poesía pero tampoco exactamente de ensayo ni ficción, es  Somos luces abismales, de Carolina Sanín; las partes en que escribe sobre la escritura, sobre su capacidad de desplazamiento, digamos, haciéndolo pasar, me parecen muy interesantes para este tiempo de poco movimiento.

María Salgado. Madrid, 1984. Poeta, performer e investigadora en poesía y poética contemporánea. Trabaja con el lenguaje como material de textos, audiotextos y acciones. Ha publicado cinco libros de poesía, entre ellos ready (Arrebato, 2012), Hacía un ruido. Frases para un film político (Contrabando, 2016) y Salitre (La uÑa RoTa, 2019). En otoño de 2022 la editorial Akal publicará El Momento Analírico. Una historia expandida de la poesía en España de 1964 a 1983, ensayo sobre poéticas orientadas al lenguaje en la poesía y el arte de los 60 y 70. Desde el año 2012 trabaja con el compositor Fran MM Cabeza de Vaca en el cruce entre lenguaje, música y escena. Forma parte del grupo de investigación Seminario Euraca, un dispositivo de lectura, escritura y pensamiento colectivo que ha tenido varias sedes en Madrid y edita la revista L/E/N/G/U/A/J/E/o.

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Give me five #31 María Salgado

23 ene 9 - 9 h

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