Segunda edición de Me gustas pixelad_, festival que pone en contacto las artes escénicas y el mundo digital y que busca ser un punto de encuentro entre la creación de performances y el diseño de videojuegos.
El arte vivo suele cuestionar y reflejar cómo el desarrollo científico y tecnológico va transformando las relaciones sociales, materiales y políticas, muchas veces apropiándose de sus estéticas para explorar las posibilidades discursivas de este cuerpo en constante afectación. En el siglo XX, la intersección entre arte-ciencia-tecnología creó nuevas configuraciones y significaciones para el cuerpo y redimensionó su performatividad, su estar en el mundo.
Como defiende Pedro Moreira, artista visual que trabaja sobre la idea de “existencialismo-virtual”, para entender la existencia humana ya no podemos separar el ser tangible de los múltiples seres digitales que corporeizamos al encender el ordenador. Sin embargo, jugar a un videojuego se ha venido entendiendo como una simple actividad más y, por tanto, a los personajes en la pantalla como a meros adornos de la acción (el jugar). Frente a estas asunciones, el existencialismo-virtual nos invita a observar de cerca las acciones que nuestros personajes llevan a cabo y a re-entender que los cuerpos digitales suponen una parte intrínseca en la formulación de nuestra identidad, es decir, extensiones indivisibles de nuestra condición humana.
Tomando esta teoría como precepto, ya no podemos obviar, como espectador_s, la existencia de todos esos cuerpos digitales, tramas épicas, glitches y todo tipo de fenómenos virtuales a la hora de observar una acción escénica.
La segunda edición del festival Me gustas pixelad_, comisariado por Matías Daporta, cuenta con un programa de performances que intiman con aspectos del mundo virtual, ya sea con una relación directa o literal, o con una interpretación abstracta o referencial. La pieza Pamela, de Marta Ziolek, se compone a través de una serie de escenas dispuestas por todo el edificio, como si se tratase de un videojuego de plataformas; en Significant Other: Oxytocin, de Pedro Moreira, el artista se nos presenta como un ser que nació virtual pero devino tangible; en The Innocents, de Tom Kemp se nos invita a jugar a dimensionar las posibilidades digitales del espacio en el que nos encontramos; en Foreigned, de Juan Pablo Cámara, se nos presenta un lugar arqueológico de una era futura o situado en un nuevo planeta; el cuerpo de Néstor Díaz, en Nice Weather for Operative Sysems sufre el efecto del glitch. Al abrir Pandora DropBox, de Katja Heitmann, nos encontramos a cuatro seres extraños, desconcertantes, distantes y en All Eyes On, Teresa Vitucci nos desvela su forma de jugar frente a una pantalla cuando está sola en su casa. Además, como antesala del festival, Pablo Durango impartirá un taller teórico-práctico de tres días en ESNE sobre la creación de personajes a través de la práctica drag.
Paralelamente, La Casa Encendida, en colaboración con ESNE, propone un Hackathon en el que se ofrecerá un premio al mejor boceto de un videojuego que tendrá que estar inspirado en la práctica de algunos de los artistas de las performances de Me gustas pixelad_. Durante tres días, grupos formados por cuatro participantes trabajarán a contrarreloj para llegar a tiempo a la presentación y valoración de su proyecto, que se celebrará el domingo 3 de marzo.
Además, con el fin de poder conocer más en profundidad la práctica de l_s artist_s invitad_s, Marta Ziolek estará en residencia en el teatro Replika hasta el 8 de marzo, día en el que hará una presentación sobre su investigación actual. Por su parte, Pedro Moreira estará en residencia durante dos semanas en el espacio Nigredo, y también hará una presentación pública, en la que nos introducirá su próximo proyecto.