Esta exposición ha sido concebida como un espacio simétrico y reversible susceptible de ser recorrido en ambos sentidos cuyo centro se articula a través de una obra firmada por los dos cineastas: el intercambio de cartas. A su alrededor se incluyen obras de ambos que invitan a la reflexión acerca de la instalación y el derecho a mirar del espectador, el paisaje, la fotografía...
La muestra se inicia con dos piezas audiovisuales dónde Alain Bergala - comisario de la muestra junto a Jordi Balló - compara la filmografía de Erice y Kiarostami. La primera, que ha titulado La infancia del arte, recoge los puntos convergentes en las matrices formales de sus películas y en la moral de su representación del mundo. La segunda pieza, El arte de la infancia, permite entender la profunda comunión de inspiración respecto al tema de la infancia.
A partir de ahí, el visitante puede elegir si empieza el sentido de su visita sumergiéndose en la obra de Víctor Erice o en la de Abbas Kiarostami. Si elige al primero, se encontrará con la obra La morte rouge, ensayo cinematográfico rodado por Erice para la exposición y que narra su primera experiencia cinematográfica en el Cine del Gran Kursaal de San Sebastián, en 1946. Se trata de un mediometraje inédito.