"¡Vivan los campos libres de España!", de Antonio Ballester Moreno
La exposición ¡Vivan los campos libres de España! de Antonio Ballester Moreno, comisariada por Tania Pardo, es una invitación a la contemplación a través de una treintena de enormes lienzos y dos instalaciones donde el artista retoma gran parte de su imaginería basada en la geometría, la cultura popular y la naturaleza.
El título de la muestra ¡Vivan los campos libres de España! es una frase del escultor Alberto Sánchez que surge en una de las excursiones junto al pintor Benjamín Palencia por los alrededores de Madrid y que se recoge en el libro Palabras de un escultor escrito por él mismo en conversaciones con Luis Lacasa. La idea de la contraposición entre la modernidad y lo rural de aquella España de finales de los años veinte y principios de los treinta, sirve ahora para mostrar los efectos gráficos que producen los patrones naturales, los ciclos y las estaciones en nuestra psicología. Destacando siempre lo más esencial, el lenguaje reducido y formal de Antonio Ballester Moreno (Madrid, 1977) se basa en la abstracción que recrean símbolos a partir de formas geométricas básicas. Lunas, soles, lluvia o estrellas para representar un ciclo vital que recuerda, en sus trazos, a algunos artistas de las primeras vanguardias, en concreto a Paul Klee, Joan Miró o Josef Albers.
Esta muestra, concebida como una gran instalación, representa un periodo de la naturaleza a través del otoño, la lluvia, el sol y la luna. Elementos que remiten a las formas básicas geométricas y, a su vez, al contexto en el que surgieron las primeras vanguardias artísticas y sus antecedentes cronológicos como el primitivismo, la infancia, la geometría, el arte concreto, la abstracción, la figuración o el realismo.
Las obras de Antonio Ballester, uno de los nombres más destacados de la pintura actual en España, remiten a un mundo de colores primarios, de formas infantiles donde los materiales como el yute sin tratar o el barro reproducen una obra de singular belleza, formas austeras que representan astros y estrellas sobre campos de color. En su práctica artística confluyen diversos temas como el de la educación y el aprendizaje con los que consigue generar un mundo simbólico donde todo está en conexión.
En los últimos años el lenguaje formal de este artista ha ido depurándose hacia la simplificación de formas y colores que remiten a lo más básico, a los orígenes. El resultado es una cuidada selección de obras que conforman un hermoso paisaje natural y evidencian el personal estilo del artista, que remite a lo básico y lo vernáculo.
Con motivo de la muestra La Casa Encendida ha editado una publicación que recoge, además de una veintena de collages, textos del escultor, escritor y académico Juan Bordes, del comisario e investigador Ulrich Schötker, del profesor e historiador Rafael Sánchez-Mateos y de la comisaria Tania Pardo.
Paralelamente a la exposición se llevarán a cabo distintas actividades vinculadas a la muestra, entre ellas el taller Aisthesis radical y atención profunda impartido por el artista en colaboración con Rafael Sánchez-Mateos.
Visitas guiadas gratuitas
Sábados y domingos, de 12.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 h.
Entrevista a Antonio Ballester
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