El futuro es pocas veces predecible. No por ello hay que dejar de imaginarlo en términos de prospectiva. Hemos de tomar conciencia de las rápidas evoluciones en curso y reflexionar sobre la posibilidad de cada uno de nosotros para intervenir y fijar el rumbo para construir un mundo más justo.
No hay día en el que no haya un acontecimiento cuyo impacto tenga consecuencias más allá del momento en que se produce. Bien se trate de desafíos energéticos, medioambientales, alimentarios, sanitarios o migratorios: el futuro obliga al mundo a encontrar respuestas a las preguntas que provoca.
Con estos presupuestos iniciamos, en 2014, la primera parte del ciclo, en el que intervinieron, entre otros, Ignacio Ramonet, Geopolítica del mundo en 2025, o Hervé Kempf, La crisis ecológica.
Desde esta perspectiva, nos proponemos en este ciclo tratar de comprender las mutaciones en marcha e invitar al debate sobre el futuro.
Coordina: Le Monde diplomatique en español y Fundación Mondiplo.