Refugio lector

Refugio Lector es una propuesta espacial que reflexiona acerca del desplazamiento que la dimensión digital provoca sobre la materialidad de la cultura y el arte.

La producción bibliográfica que aglutina la programación de instituciones culturales como La Casa Encendida se pone en crisis al constatar cómo los contenidos digitales permiten una mayor agilidad e interacción social mientras que permiten ahorrar recursos y disminuir costes. Esto hace que las ediciones en papel de catálogos expositivos, monografías, publicaciones o impresiones se amontonen en almacenes a la espera de ser vendidos, cedidos o reciclados, mientras las redes sociales bullen con vídeos cada vez más cortos y frenéticos.

Sin embargo, es importante reivindicar una vez más la presencia y materialidad de lo escrito e impreso. Especialmente entre la juventud, la cual comienza cada vez antes a poseer y depender de los dispositivos electrónicos relegando el placer de la lectura a un asunto aburrido y tedioso. Incluso los libros de texto (los últimos y únicos ejemplares impresos que aún muchos jóvenes utilizan en los centros educativos) se reemplazan por pizarras digitales, aulas virtuales o chats.

Refugio Lector quiere volver a poner en valor la publicación impresa, reivindicando la materialidad de las palabras, la corporeidad de las imágenes, la textura de ilustraciones o el peso del contenido. Un espacio mínimo cubierto por muchos de los ejemplares ya obsoletos que demandan atención, que interpelan al lector, que lidian con pantallas, que exigen cuidado. Un refugio donde la conectividad, los datos, la cobertura y la comunicación sea con los libros, sus contenidos y nuestra interioridad. 

Es un proyecto co-diseñado por el equipo el VIC-Vivero de Iniciativas Ciudadanas y el equipo de Medioambiente y desarrollo sostenible de Fundación Montemadrid, junto al Máster de Arquitectura Efímera, fabricado junto a los alumnos y alumnas del Instituto de Educación Secundaria San Cristóbal de Los Ángeles y la Casa San Cristóbal.