Estas jornadas proponen un acercamiento a la flora más bella, salvaje y resiliente del medio urbano a través de varias disciplinas artísticas: la pintura, la ilustración y el arte de caminar.
La primavera de 2020 fue la primera estación en la que muchos seres vivos experimentaron su primera pandemia. Algunos seres humanos se tuvieron que confinar en sus casas y desparecer de las calles de sus ciudades. Otras especies, en cambio, se mostraron en su máximo esplendor y tomaron las calles, colonizando espacios hasta entonces vetados para ellas. Aprovecharon la ausencia humana para brotar entre las grietas del asfalto, trepar por las fisuras de un muro, colarse en el motor de un coche o tapizar los alcorques del viario urbano. Se trata de la flora espontánea, mal llamada mala hierba por la mayoría de la población.
Cuando los humanos empezaron a desescalar del confinamiento primaveral, se encontraron con un paisaje vegetal salvaje, desatado, que añadió color y también un poco de esperanza a un escenario que se antojaba azul oscuro casi negro.
La segunda edición de las jornadas Salvajes, silvestres y espontáneas pone el foco en la flora silvestre urbana que prolifera en primavera. El objetivo es contagiar la belleza y curiosidad que nos despierta este tipo de flora a través de actividades artísticas, imaginativas y hedonistas.
A veces es necesario cambiar el punto de mira para descubrir lo que nos suele pasar desapercibido.
Queremos seguir despertando el interés de los urbanitas por la flora espontánea que brota con fuerza en nuestros barrios durante los meses de primavera, sacarlas del anonimato conociendo sus nombres y propiedades, poner nuestro granito de polen para que su naturaleza desordenada pueda convivir con los espacios verdes más académicos de la ciudad
Esta flora salvaje no sólo naturaliza nuestros entornos añadiendo colores a la triste paleta gris de nuestras calles, sino que aporta una gran biodiversidad a la ciudad, proporcionando refugio y alimento a la fauna urbana o protegiendo los preciados suelos de la erosión.
Estas jornadas proponen un camino para cambiar la mirada del asfalto de la calle a esta flora efímera e, incluso, al interior de nuestra imaginación.
- Bajaremos la mirada al suelo para buscar esa flora okupa, invasiva para los jardineros municipales menos sensibles, mediante un paseo en el que os propondremos retos y pruebas para ir descubriéndola mediante pistas y encuentros con botánicos a pie de calle.
- Nos introduciremos en obras de arte para desvelar los mensajes velados que oculta la vegetación que aparece en ellos como fondo escénico o fuera de foco.
- Por último, buscaremos en nuestra imaginación esas imágenes de flora mutante que podría colonizar nuestros entornos urbanos en un escenario de cambio climático.
Coordinado por: Alberto Peralta. Se autodefine como hedonista irreductible. Es miembro fundador de la Rehdmad (red de huertos urbanos comunitarios de Madrid) y del colectivo Ciudad Huerto. Admite que proyectos que fusionan arte, cultura, ciudadanía y naturaleza, como el festival Humus Revolution que programa para La Casa Encendida, son capaces de hacerle madrugar.