Duración: | 1 hora 45 minutos |
De los Andes chilenos a la selva peruana, pasando por la sierra cordobesa, el material fílmico imprime en sí rastros de lo ancestral. La delicadeza de la nueva película de Jorge Suárez-Quiñones (proyectada en Súper-8) revela la materia de la que está hecha la memoria. Las distancias son distintas, el sol es el mismo.
Altiplano, de Malena Szlam. Chile/Argentina/Canadá. 15’
En Altiplano Malena Szlam dibuja Los Andes como un horizonte enérgico y vigoroso en el que confronta dos sensaciones a priori contradictorias: por un lado, la persistencia de un entorno centenario, mítico, bello; por otro, la constante alteración que se da en una tierra árida de corazón salino y latido volcánico, en riesgo de explotación. Es la personalidad figurativa de la montaña vs. la capacidad de abstracción del cine, una vibrante fusión de texturas, tiempos, capas y colores. La naturaleza nos excede, el paisaje se transforma.
Ceniza Verde, de Pablo Mazzolo. Argentina, 10’
Imagen y memoria están estrecha y dialécticamente entrelazadas. El tiempo y la historia se escriben a través de ellas, pero ¿hay alternativa a la imagen-memoria hegemónica? Ceniza Verde, a propósito del suicidio colectivo de la comunidad étnica Hênîa-Kâmîare en un desesperado intento por resistir a la violencia de la conquista española, plantea la posibilidad de jugar con la imagen-memoria a través de su saturación, su perspectiva, su temporalidad, su alternancia para sacarnos del imago y llevarnos hacia una invocación de las desfiguraciones de la historia.
Água forte, de Mónica Baptista. Perú/Portugal. 15’
De entre los múltiples mitos de la creación, Mónica Baptista rescata la tradición de los curripacos para componer un particular relato de este pueblo indígena de la Amazonia, de su recóndita vida atravesada por las aguas y de la quietud de un pueblo varado por la naturaleza. Rodada en 16 mm y procesada a mano, las distintas marcas sobre la imagen así como la textura envejecida acaban por convertirse en la imagen misma. Un ejercicio visual de abstracción donde perduran la poesía de lo sagrado y los cantos ancestrales.
In between solstices, de Jorge Suárez-Quiñones. España. 20’
Uno de los leitmotiv que articula la fulgurante filmografía de Jorge Suárez-Quiñones es la autoconsciencia del tiempo. Sus películas consiguen reflejar la materialidad del flujo vital a través de un ejercicio de observación intimista. In between solstices propone al espectador el descubrimiento de una realidad inadvertida, aquella que emerge cuando nuestra mirada se detiene, es decir, cuando se proyecta simultáneamente hacia dentro y hacia fuera, sin saber la imagen que quiere obtener del mundo ni de sí misma.
Coloquio posterior con Jorge Suárez-Quiñones.