Poner fin al hambre. ¿Producción sin límites o cambio de modelo?
Dentro de la programación de
Transformar nuestro mundo. Propuestas para nuevos tiempos 2018Duración: | 2 horas |
El acaparamiento de tierras, los criterios de importación, los monocultivos de transgénicos o la presión desmedida sobre los recursos no están aportando sostenibilidad, ni garantizando los DDHH en los lugares de origen. Los retos globales pueden enfrentarse desde acciones locales, poniendo en el centro a las personas por encima de intereses comerciales o empresariales.
Según datos de la ONU, más de 815 millones de personas en nuestro planeta pasan hambre. Unas 17 veces la población de España. Casi tantos como los habitantes de la Unión Europea y Estados Unidos juntos. Pero, ¿en qué pensamos cuando decimos hambre? Es muy diferente ver el tratamiento que se le da desde los países ricos, en los que el hambre no mata. Esta no-existencia de noticias nos hace creer que mueren personas muy de vez en cuando, de año en año. Una cifra relativamente aceptable comparada con lo inaceptable: el hambre mata a más de 25.000 personas al día. Esta rutina diaria, acaba convirtiendo el tema en titulares rápidos que quedan invisibles en el tiempo.
Pero en el hambre también existe la otra cara de la moneda. La FAO advierte que cada año, en todo el mundo, se pierden o desperdician 1.300 millones de toneladas de alimentos; tan solo un cuarto de esta pérdida es suficiente para alimentar al mundo entero. Nuestra forma de producir, distribuir y consumir (alimentos, pero no solo) agravan esta problemática.
Entonces, nos preguntamos: ¿existen suficientes recursos o tecnología para erradicar el hambre?, ¿dónde queda el derecho a la alimentación en las sociedades?, ¿por qué hablamos de malnutrición?, ¿qué otros usos tiene la producción de alimentos?
Intervienen
- Arturo Angulo, responsable de Alianzas y Relaciones Institucionales de la Oficina de la FAO en España. Ingeniero Agrónomo por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la Universidad Politécnica de Madrid, y especialista en Políticas Públicas por la Facultad de Ciencias Sociales de América Latina (FLACSO).
- Janaina Strunzak, campesina, profesora de la Escola Nacional Florestan Fernandes (ENFF), historiadora, miembro del MST. Coordinadora del Curso Baserritik Mundura - Agroecología y Soberanía Alimentaria de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).
- Cinzia Scaffidi, periodista y profesora en la Universidad de Ciencias Gastronómicas de Pollenzo, Italia. De 1992 a 2015 fue miembro del equipo de Slow Food, donde, entre otras acciones, estuvo a cargo del Premio Slow Food para la Defensa de la Biodiversidad.